HOY CELEBRAMOS LA FIESTA DE SAN JOSÉ

Publicado en 19 Marzo 2013

HOY CELEBRAMOS LA FIESTA DE SAN JOSÉ

HOY CELEBRAMOS LA FIESTA DE SAN JOSÉ

San Juan Crisóstomo dice que, queriendo Dios dar un esposo a la Madre de su Unigénito, buscó largo tiempo entre todos aquellos venerables patriarcas de la antigüedad, para encontrar uno que fuera digno de este título. Vio la fe firme y constante de Abraham, la pureza del alma de Isaac, la paciencia longánime de Jacob, la santidad y dulzura de David; pero sólo José atrajo sus miradas, y fue el único hallado digno de un grado tan eminente.

Para que comprendamos mejor la semejanza de José nos conviene que advirtamos que fue creado por Dios para ser esposo de María y padre de Jesús y, por tanto, que así como el joyero que quiere montar una riquísima piedra en un anillo de oro, arregla la montura conforme a la piedra, de modo que no labra la piedra por el engaste, sino la montura por la piedra, así Cristo Señor nuestro, que es la preciosa margarita, queriendo la Santísima Trinidad engastarla, buscó el oro más acendrado, esmaltado con los colores varios de toda virtud y lo hizo lo más semejante a él. Por esto, si el Redentor había de ser el más hermoso entre los hijos de los hombres, María y José fueron los más hermosos; si Jesús había de ser el más humilde de corazón hasta anonadarse, María y José fueron los humildísimos; y si bien es verdad que entre la piedra y la montura hay una distancia como la que notamos entre Jesús, María y José, también es cierto que como la piedra y la montura se parecen en sus labores, así se parecen igualmente Jesús, María y José. Por esto, si Jesús es el hijo, José es su padre; si María es esposa, José es su esposo, si los padres de María fueron santos, santos fueron los padres de José; si María fue la mujer fuerte, José fue el varón fortísimo y el legítimo varón de la tal mujer.

María Santísima respetó y honró a San José como a dueño y esposo, destinado por el Eterno Padre para protegerla y dirigirla.

Y Ella, que es reverenciada por los Ángeles y por los Serafines; que vio inclinarse reverente al Arcángel Gabriel, y ante quien se postra la Iglesia triunfante y militante, se humilló ante José, prestándole los más humildes servicios.

Honremos, pues, al divino José, todo semejante a Jesús y María.

Escrito por Rincon Cristero

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